JOSÉ VASCONCELOS
Mi querida Madre -que Dios tenga en su Santa Gloria (y allá la guarde)- me “toreaba” con ganas. Sabía de mi intemperancia colérica, tanto como de mi lealtad y orgullo por la UNAM, mi Alma Mater. Se burlaba, recordándome a cada rato el famoso cartón de Abel Quezada en el Excélsior de 1968: A la afirmación “Por mi raza hablará el espíritu”, un parroquiano al pasar se preguntaba ¿cuándo?...
El
descubrimiento en mi biblioteca, merced a un golpe de fortuna, de un texto
publicado por Emmanuel Carballo, que adquirí y guarde por más de treinta años,
titulado “Protagonistas de la literatura mexicana”, que abrió una puerta para
reencontrarme con el que fue el autor y Maestro primero, que abanderó mis
ideas, pasiones, encuentros y desencuentros y que, como en el amor, pasó al
olvido, sin rencores, con profunda pena y tristeza, en la medida en que abundé
en su pensamiento, especialmente en sus actos otoñales. José Vasconcelos
inaugura el catálogo de diecinueve autores que el crítico literario seleccionó,
para analizar el mayor acto humano reconocible, la tertulia escrita, las ideas
impresas, el gusto por escribir, la literatura en México.
Sus
libros –La Raza Cósmica, Ulises Criollo, Las Cartas Políticas, La Flama-
conmocionaron mis veinte años. Al leer y releer sus páginas repasé la simpatía
y el odio, los varios rostros antagónicos que conviven en una persona. Su
extraña actitud convirtió mi simpatía en antipatía. El verdadero Vasconcelos
vale lo mismo por sus virtudes que por sus yerros. En un país de sordos y mudos
es admirable encontrar un ser que supo oír la vida de su pueblo y juzgarla en
voz alta.
Más
que un catálogo de citas, traigo al lector y a mi conciencia analítica una
filosofía entera, del país que todavía somos y podemos hacer mejor.
Nacionalista y no hincado ante el Imperio, latino y nunca epígono ni esbirro de
los yanquis, libre y no esclavo, culto en vez de ignorante, cercano y no
lejano, social en vez de individualista, racional y creyente. Porque Vasconcelos era ante todo un creyente,
respetuoso de la ley.
José
Vasconcelos fue Ministro de Instrucción Pública en el gobierno de Roque
González Garza, presidente convencionista. Al triunfar Carranza en la guerra
civil, se exilió, pero volvió en 1920 para dirigir la Universidad Nacional. Fue
Álvaro Obregón -quien nunca perdió una sola batalla como general- convertido en
Presidente (1920-1924) que al restituir el antiguo Ministerio de Instrucción
Pública, suprimida por Carranza, da origen a la Secretaría de Educación
Pública, dirigida por José Vasconcelos, quien, a partir casi de la nada, hizo
lo que fuimos durante varias décadas, el “milagro mexicano”. Desde esta plaza
Vasconcelos efectuó su plan de fundación de escuelas rurales, formación de
nuevos maestros y edición de clásicos de la literatura. Además, Vasconcelos
impulsó las escuelas de artes y oficios donde se enseñaban estas disciplinas a
los jóvenes y en ocasiones también a los adultos… Como cimientos de este
ambicioso y vasto plan, Vasconcelos se dedica a formar maestros, edificar
escuelas y poner en marcha bibliotecas. Acometerá una campaña nacional contra
el analfabetismo y editará, en altos tirajes para consumo de numerosos
mexicanos, obras maestras del arte y el pensamiento universales. Se empeñará,
también, en ayudar a que el país deje de ser una isla y se integre al destino
común de América Latina… Se esfuerza por desterrar el concepto elitista de la
enseñanza y propone para sustituirlo un modelo más armónico, popular y apegado
al México que entonces se intentaba construir, menos injusto y más próximo a la
verdadera libertad.
Pero el Maestro tenía diferentes facetas y ángulos en el espacio y tiempo vital, y desgraciadamente, el peor de todos sus defectos le afloró en la ancianidad, en la vida reservada para la sabiduría y no para la estúpida estupidez, que sabemos siempre cargó en las venas como una infección devastadora y mortal.
VASCONCELOS
EL POLÍTICO
1.…en
México nunca se dice la verdad: la equiparan con la injuria. El mexicano
siempre que puede, y puede siempre, la escabulle.
2.
En México dejan hablar porque saben que de la palabra no se desprenden
drásticas consecuencias… y cuando se intenta la acción, la aplastan con métodos
aztecas…
3.
-En el 29… el pueblo debió haberse armado contra el gobierno. Probablemente no
tenía pistolas… Siempre hay pistolas en los pueblos que tienen energía.
4.
Escribí mis libros para incitar al pueblo contra el gobierno. Escribir es hacer
justicia. No quería séquito literario, quería gente armada
5.
Creo más en los hombres que en los programas. Mi programa consistía en seguir a
Pericles, uno de los pocos gobernantes decentes que ha tenido la humanidad.
6.
A excepción de Antonio Caso… los demás me parecían incompletos, con su
preocupación por la forma y la falta de garra para pensar y aún para vivir.
7.
Quien permanece impasible ante la injusticia no puede ser escritor, puede,
acaso, ser santo.
8.
Tanto a Azuela como a mí nos han llamado reaccionarios… ¿Sabe quiénes me llaman
reaccionario? Los millonarios de la Revolución, los políticos terratenientes.
9.…a
nadie le agrada estar solo, pero a ella me han llevado circunstancias ajenas a
mi voluntad y que más que perjudicarme a mí, han perjudicado a México…
10.
“A mí no me derrotó el gobierno en 1929 sino mis partidarios: me dejaron solo”.
11.…que
rijan los principios de una democracia limpia y auténtica que, pese a todos sus
defectos, es la mejor forma de gobierno…
12.…
el día en que abandoné Educación, sentí que me quitaba de encima una carga de
responsabilidad derivada de haber colaborado con un régimen de asesinos.
13.
No creo que me juzguen fracasado… porque con una hora de mis años de gala
tendría cada uno de ellos para honra y prez de su vida entera
14.
Su mensaje no es el de la concordia sino el de la disensión. Disensión que es
independencia de criterio en cuestiones filosóficas y religiosas; disensión que
se traduce políticamente en enemistad contra el caciquismo y la antidemocracia;
disensión que es desafío contra el lugar común al pensar y al escribir, entre
los intereses personales y las necesidades de un pueblo.
15.
Cuando he amado a México es porque le he soñado un futuro completamente
distinto a su pasado y hecho por nosotros… Somos el proceso incipiente,
tartamudo, de un pueblo.
16.
Un país para ser culto necesita ser rico.
17.
El que ignora la política está perdido, igual le ocurre al que evade la
realidad.
18. Durante su rectorado, José Vasconcelos dotó a la Universidad de su actual escudo en el cual el águila mexicana y el cóndor andino, cual ave bicéfala, protegen el despliegue del mapa de Hispanoamérica… “Nuestro continente nuevo y antiguo, predestinado a contener una raza quinta, la raza cósmica, en la cual se fundirán… y se consumará la unidad”
VASCONCELOS
EL ESCRITOR
1.
La mala suerte engendra toda la literatura.
2.
No quería séquito literario, quería gente armada.
3.
¿Qué escritor que en verdad lo sea no es un político?
4.
En México no hay literatura porque casi nunca se dice la verdad.
5.
La literatura debe ser fundamentalmente protesta…
6.
El único pueblo antiguo que produjo gran literatura fue Grecia… en Persia…
privaba la iniquidad y nunca apareció un Esquilo, Aristófanes…
7.
Yo vivo en una sociedad atada de pies y manos y soy por ello un esclavo.
8.…
generalmente no pienso (dudo), actúo.
9.
El filósofo comienza a desenvolver su pensamiento a los cuarenta años
10.
Mi método comprende dos fases: la primera, impremeditada, es la inspiración; la
segunda, el trabajo, es premeditada e incesante.
11.
Nunca me perdí en ensayitos: aspiraba a las grandes construcciones.
12.
Hay escritores que son propiamente hombres de letras, a quienes preocupa el
estilo; pero hay otros, los, que ejercen influencia sobre la sociedad.
13.…
quise hacer novela a lo Balzac pero fracasé: me salió un género un tanto
híbrido…
14.
Lo que ha ejercido mayor influjo sobre mí, como prosista es una página de
Nietzsche… “Se ha de comenzar despojándose de todo convencionalismo,
atreviéndose a decir con desnudez lo que se piensa”
15.…Hay
que hacer de la prosa un equivalente de nuestro júbilo y de nuestro dolor… la
prosa debe ser una manera de llorar en público
16.…bajo
la influencia de (Alfonso) Reyes han hecho una religión del estilo… tal vez el
mayor servicio que le dábamos a Alfonso Reyes sea lo que podría llamarse el
retorno a los Clásicos. Su amor por Grecia es uno de los aspectos más
interesantes de su obra…
17. En México no hubo ningún maestro (que
influyera en él) Antonio Caso y yo leímos y aprendimos de, Bergson, Poicaré.
18.
Fui alumno (Justo Sierra) en la clase de historia “Lean a Platón, Dante
Shakespeare –nos decía, y después vuelvan a leer a Platón, Dante y a
Shakespeare”
19. Es como si hoy buscáramos filósofos en el PRI (el PAN). Los políticos no son más que bestias que, acaso, solo obedecen las riendas…
VASCONCELOS
EL CREYENTE
1.
Yo no creo en la eternidad de los lazos sexuales, me atengo a lo que sobre este
punto dice el Evangelio: en la otra vida nos encontraremos las parejas como los
ángeles, sin sexo.
2.
El amor, por otra parte, cuando se prolonga desemboca en el tedio o en los
hijos.
3.
¿Por qué tú, que no sabes escribir, sueles interesar al lector más que nosotros
que dominamos el estilo?: Dije “Es que yo creo en Dios y ustedes no; a mí me
dicta el espíritu”
4.
No niego que he tenido motivos de duda. Creo sin embargo en la divinidad de
Cristo, no por razonamientos, sino por experiencia personal…
5.
No fundo mi creencia en la lógica, que crea matemáticos, pero nunca creyentes
6.
Me separé de la iglesia por dos motivos… para tener libertad de pecar a mi
gusto… porque al actuar en política mis tendencias chocaron a menudo con el
clero…
7.
Mi decálogo como narrador se resume en un solo mandamiento: “Y amaras a tu Dios
de todo corazón y de toda tu alma, y con todo tu poder”
8.
Para fundamentar el amor humano se necesita un padre común, de otra manera no
podemos los hombres aspirar a considerarnos humanos. El delirio de
Vaz-con-celos… como lo leyó mi ahijada en “Los Pinos”, (el día que visitamos la
antigua casona de la locura) Ese padre común no puede ser otro que Dios.
9.
Quien no sea creyente puede aspirar a todo, menos a hacer verdadera y grande
literatura.
10 El Maestro de América, aseguraba que en “Por mi Raza hablará el Espíritu", se refería al Espíritu Santo, pero que ante la ley laicista vigente omitió la última palabra.
VASCONCELOS
EL FASCISTA
Hay,
sin embargo, un aspecto muy oscuro en la trayectoria de Vasconcelos. La
desmesura del maestro lo llevó a posiciones cercanas al fascismo, primero, y al
nazismo después. En plena guerra mundial justificó la necesidad de que los
aliados sean derrotados por Alemania. Fue muy influido por la lectura de Protocolos de los sabios de Sion, lo
cual explica su furibundo antisemitismo posterior (Revista Continental Timón)
1“El
ocaso de mi vida”, el Maestro de América, aseguraba que en “Por mi Raza hablará
el Espíritu", se refería al Espíritu Santo, pero que ante la ley laicista
vigente omitió la última palabra.