Hace un par de año publique esta
columna que presagiaba ya el retroceso y Contra Reforma en marcha. Señalaba cómo
la bancada del PRI, afín a Enrique Peña Nieto en la Cámara de Diputados, se alió
a los diputados del PAN para imponer por mayoría, una serie de medidas que
destruían las guardas y salvaguardas jurídicas, plasmadas en el artículo 24 de
la Constitución Mexicana y que desde la época de la Reforma de 1859-1860, se
habían erigido en contra de la Iglesia Católica. Fue un momento triste y
preocupante, porque eran las leyes de Reforma que promulgaron Benito Juárez,
Sebastián Lerdo de Tejada y José María Iglesias y que pudieron solo así, meter
en orden a una institución política, que a través de los ministros de la
religión se dedicaron a manipular las conciencias de los feligreses mexicanos,
acumular posesiones y tierras y manifestarse siempre en contra, de la
independencia de México y el Gobierno establecido.
Recordaba que era muy lamentable
que un partido político que surgió de la Revolución Mexicana, se vuelva parte
de los intereses miopes y personalísimos, de un personaje tan ignorante, como
Peña Nieto y atente contra uno de los baluartes que permitieron a México ser
realmente un país libre y soberano… Señalaba que lo inesperado –en realidad no
lo era para mí- es que se dé en un albazo legislativo –con ayuda del ala
corrupta del PRD (los chuchos)- como demostración de poder y muestra de
incontinencia iracunda (caprichote, pues). Allí nacía el Pacto que ha terminado
por arrollar las instituciones Republicanas y la forma de Gobierno Libre y
Soberano de México. Por eso creo que vale la pena releerlo en este día 12 de
diciembre.
Más lamentable es franquear el
paso a una iglesia imperial, en sociedad con la televisión comercial de señal
abierta, que transmite en el espacio nacional, experta en la construcción de
mitos y de ilusiones, en el manejo a discreción de palabras e imágenes, en la
pantalla que aprisiona y enajena la conciencia de la mayoría de la gente,
desesperada, atemorizada, sin esperanzas y con un porvenir cancelado en las
condiciones actuales, de pobreza generalizada, de guerra y de inseguridad
indiscriminada.
La apología que se transmite
diariamente en la pantalla chica, glorificando las peregrinaciones
multitudinarias -de rodillas, con nopales aprensados al pecho, en bicicletas
por carreteras peligrosas- en un aniversario más de la Virgen de Guadalupe, me
hace recordar dos hechos relacionados: uno personal y otro de actualidad. El
primero trata sobre el saber de la existencia de Guillermo Schulenburg, quien
fue el sacerdote que platico con mi señora Madre –en la tradicional iglesia de
Nuestra Señora de Guadalupe del Buen Tono (ex Convento de San Juan de la
Penitenciaria) del DF- antes de que contrajera nupcias con mi Padre. El hecho
de que mi tocayo –siempre existió la creencia de que mi nombre propio tenía
relación con el reconocimiento de este hombre de fe- fuese designado Abad de La
Villa de Guadalupe, hizo más relevante para la familia –la materna- este
recuerdo. El otro, es la entrevista que le realizara el poeta Javier Sicilia al
Abad, que demostró la honestidad de este buen hombre, quien se manifestó en
contra de la existencia de Juan Diego y todo el mito de la Aparición de la
Guadalupana, justamente en el mismo sitio donde se veneraba una deidad
fundacional, para la población azteca y prehispánica, llamada Tonantzin
(nuestra madre venerada).
Lo siguiente es una versión
resumida de aquella entrevista y las consecuencias de esta sincera opinión de
Schulenburg. “Cuando era niño me contaron que la Virgen se había aparecido en
el ayate de Juan Diego, también me dijeron que no se podía decir nada de la
pintura porque su origen era divino y no sé cuántas cosas más”
En 1982, Guillermo Schulenburg,
abad de la Basílica de Guadalupe, mandó analizar la pintura con la imagen de la
Virgen… (qué) determinó el origen humano y no divino de la pintura. La pintura
se realizó sobre una preparación de resina de cola y carbonato de cal. Fueron
utilizados hollín de ocote para el color negro, sulfato de calcio para el
blanco, óxidos de cobre para el azul y verde, y óxidos de hierro para el color
rojo. Schulenburg envió los resultados a la Santa Sede… como un “signo de
honestidad y de amor a la verdad”.
Javier Sicilia explica el papel
que, sin quererlo, tuvo en el linchamiento a Guillermo Schulenburg y otros
prelados por oponerse a la canonización de una persona que nunca existió: Juan
Diego… Ricardo Newman y Javier Sicilia entrevistaron a monseñor Schulenburg
para un artículo de la revista Ixtus (1995). La entrevista hubiera pasado
desapercibida si (el periodista “vaticanista”) Andrea Tornelli no hubiera
republicado los fragmentos más escandalosos en la revista 30 Giorno. El
resultado fue la indignación en Roma y el linchamiento en México. “En 1996,
guardé silencio. La imbecilidad, el amarillismo periodístico y la política
antievangélica de algunos sectores de la Iglesia me provocan asco: dice Sicilia”
Schulenburg había enviado una
misiva al Vaticano manifestándose en contra del proceso de canonización de Juan
Diego, el pronunciamiento fue suscrito por Carlos Warholtz, arcipreste de la
basílica de Guadalupe, Esteban Martínez, ex director de la biblioteca
Guadalupana, y Manuel Olimón Nolasco, doctorado en historia por la IBERO. “La
existencia del indio Juan Diego no ha sido demostrada, podríamos obtener muchas
firmas de eclesiásticos preparados, así como de laicos intelectuales que avalan
esta carta, pero no queremos provocar un inútil escándalo, simplemente queremos
evitar que disminuya la credibilidad de nuestra Iglesia”.
Warnhotz fue echado de la casa
sacerdotal del santuario de Guadalupe, por órdenes de Norberto Rivera. El
desaguisado concluyó, en opinión de Sicilia, con la renuncia de Schulenburg y
el nombramiento de un rector para la Basílica. Para Javier Sicilia, Televisa
estuvo detrás del linchamiento a Schulenburg. López Dóriga usó la información
de la revista Ixtus en su noticiero.
Hombre de contrastes, Schulenburg
lo mismo departía con las familias más ricas de México, con la cercanía que
mantuvo con el difunto Emilio Azcárraga Milmo, con quien organizo las
“mañanitas” a la Virgen a través de la televisión, antes de ser legales estas
devociones electrónicas, que brindo apoyo a causas sociales y corrientes
progresistas dentro del catolicismo, como las que encabezaron Méndez Arceo en
Morelos o Samuel Ruiz en Chiapas: Por lo visto, la Virgen de Guadalupe no sólo
produce abundantes limosnas, sino que es una estrella más, del canal de las
estrellas.
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