Compañero del PAN vota
útil a favor de AMLO
Y evita la restauración
del PRI
En la antesala de la jornada
electoral que el domingo 1 de julio decidirá al próximo Presidente de la Republica mexicana, la
composición de las Cámaras Legislativas Federales y diversos gobiernos
estatales, municipales y respectivas legislaturas, comenzando por el del estado
de México, el escenario político ha alcanzado tintes que van de lo sublime a lo
ridículo, de lo perverso a la nobleza, del despertar a la restauración, del
amanecer a la revolución.
La creciente politización de la ciudadanía
mexicana, demuestra a todas luces que la información y el debate de ideas superan
con creces a la manipulación mediática, la coacción ciudadana y la compra de
voluntades. Mientras que en la Ciudad
de México las tendencias electorales apuntan a una victoria aplastante, de mas
de 70% de los sufragios a favor de los candidatos de la izquierda mexicana, tanto
en la Jefatura
de Gobierno, como en la totalidad de las delegaciones políticas y en la
asamblea legislativa, en el resto del país se insiste en el triunfo del
candidato Peña Nieto del PRI, con la machacona insistencia de que los números
previos apuntalan un adelanto de 12 o mas puntos, sobre Andrés Manuel López
Obrador.
No obstante existen muchas
evidencias de que el verdadero día de la encuesta real, en el momento de emitir
su voto cada ciudadano, las cosas cambiaran diametralmente. El hartazgo y los
ejemplos serán determinantes Porque mientras el pasado domingo, el cierre de
Enrique Peña Nieto en el Estadio Azteca tuvo que ser merced al acarreo
indiscriminado de miles de personas, las calles de todas las ciudades de México
se inundaron de gente libre que se manifestó en contra de la restauración del
PRI en la persona del mismo Peña Nieto.
Un caso histórico fue lo ocurrido
en la ciudad de Tejupilco, donde un poco mas de una centena de personas
convocadas a través de las redes sociales y mayoritariamente estudiantes libres,
marcharon por primera vez voluntariosamente, valientemente, mientras éramos
observados en silencio, simpáticamente por miles que aprendieron mas en este
domingo 24, que en años de ser amenazados, humillados, engañados por un sistema
represor que en el Sur del estado de México opera de la misma manera desde hace
70 años.
Ataviados con playeras adquiridas
con nuestros recursos, gritando consignas como la que le da el nombre a esta
contribución, el lema principal consiste en que “aquí se ve… aquí se ve… que
Presidente Peña Nieto no va a ser” Pero donde cobra mayor significado la
manifestación política ciudadana –jóvenes en mayoría, pero acompañados por “los
rucos también somos #Yo Soy 132”- es en las redes sociales que literalmente han
“hervido” con expresiones de todo tipo. Las más numerosas sin duda son las
favorables, aunque hay muchas otras que expresan miedo, envidia y recelo.
Porque contrariamente a la
desinformación transmitida por la televisión y las radiodifusoras locales, una
encuesta abierta que se levanta diariamente y que ha sido bautizada como:
Encuesta libre de WeB@, señala que en Tejupilco las respuestas escritas están
AMLO 85% Peña Nieto 15% y con mas de 60 votos en una población de 60 mil
habitantes, resulta 100 veces mas significativa que las 1320 encuestas que usa,
por ejemplo Mitovsky en un país de 120 millones de habitantes.
Por el contrario y ante el pánico
que resienten los operadores del PRI, estas ultimas dos semanas se ha producido
un autentico atropello en este Sur del estado de México. La coacción de votos
se ha desatado con furia y sin disimulo, sabedores de la incapacidad de la
gente para hacer denuncias y de la falta de oportunidad en las respuestas
esperadas ante los señalamientos que se realicen. Por ser el más numeroso, el gremio
magisterial es uno de los que mas han visto afectadas su honorabilidad y
dignidad. Son sentenciados a entregar folios por escrito con nombre y número de
credenciales de elector, obligados a pedir abiertamente el voto entre los
estudiantes y padres de familia, bajo amenaza de ser observados y advertencias
para perder becas, inscripciones, plazas y todo lo habido y por haber.
Hay quienes ofrecen en cambio, por
asegurar el voto comprometido, la legalización de autos “chocolate”, la entrada
a la universidad deseada, la curación en los mejores hospitales del estado, la solución
a problemas territoriales. Son auténticos Dioses, reparadores, curadores,
beneficiarios y omnipotentes. El Ogro Filantrópico de Octavio Paz palidece de
avaricia, frente a los compromisos que juran ser autentificados por una rubrica
notariada.
La irrupción en Tejupilco del
movimiento #Yo Soy 132 es un páramo en el desierto político local. La
conjunción de todos los movimientos en México se proponen evitar la
restauración del PRI en la persona de Peña Nieto. Pero los alcances de la
organización van más allá. Porque un triunfo de la izquierda, previsible en el
sur del estado, muy probable a nivel nacional enfila a transformaciones de
fondo y forma en el estado mexicano nacional.
Cabe recordar que Francia vive
ahora en la Quinta Republica,
porque una de las quejas que más repiten quienes aun no se atreven a votar por
un gobierno para todos, son los miedos a las transformaciones esenciales.
México requiere una revolución completa. Hay que cambiar la forma de
organizarse, el sistema de propiedad, recuperar el control de los medios de
producción estratégicos y de la educación en manos de sindicatos corrompidos
como el SNTE y el de los petroleros en manos de Romero Deschamps. No son
cambios estructurales como mañosamente afirman los agoreros de las oligarquías.
México, al igual que Francia en 1848 debe evitar la restauración de los
Borbones-PRI y refundar la Segunda Republica
mexicana. Puede ser Bonapartista, puede ser Cesariana, debe ser ante todo
patriota, soberana y nacionalista.
Carlos Marx en el Manifiesto
Comunista, escribió una invitación a que
los obreros se sumaran a la lucha, porque lo más que podían perder eran las
cadenas que los ataban a su libertad. Hoy es la hora de hacer un llamado igual,
porque lo único que podemos perder los mexicanos, es la despensa o la vergüenza
de mantener sostenidos a los que desde arriba se regodean en el dominio del
poder, a través de la ignorancia y del miedo.