lunes, 8 de febrero de 2021

INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA DEL LIBRO Y LA EDICIÓN EN MÉXICO IV

Juan Antonio Alzate

LA ACADEMIA MEXICANA DE HISTORIA

INVITA AL CICLO DE CONFERENCIAS

INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA DEL LIBRO Y  LA EDICIÓN EN MÉXICO

Difusión del Conocimiento, Libros y Bibliotecas en la Nueva España (Siglo XVIII)

Mauricio Sánchez Menchero

Aunque el inicio de la conferencia fue un tanto confuso, por el asunto este de las calles de la ciudad, el tema desarrollado por el Maestro Mauricio Sánchez me ha parecido el más interesante hasta la fecha, por lo que pudimos saber acerca de la obra y el trabajo de los paladines expuestos: José Antonio de Alzate (1737-1799) “un polímata: filósofo, teólogo, sacerdote, astrónomo, cartógrafo, geógrafo, historiador, naturalista, botánico y periodista novohispano” (Wikipedia)… un hombre sabio y sensato, cuya sabiduría abarcó conocimientos sobre campos diversos de la ciencia, arte o las humanidades; y , José Ignacio Bartolache (1739-1790), también un científico universal, más especializado en asuntos de Medicina, Matemáticas, Química y Periodismo. 

Juan Ignacio Barrtolache

Entonces la Conferencia del Maestro Sánchez se internó en  tópicos que se iban hilvanando conforme se desarrollaba la exposición: así al principio no entendía la importancia que podría tener el número de libros o textos incluidos en las bibliotecas de cada uno de ellos. Tampoco comprendía las razones para mencionar y repetir varias veces la cosa de los contextos, las claves de las lecturas y peor todavía, la sensación de obscuridad, al hablar acerca de la resignificación del conocimiento adquirido a través de la lectura.

Empecé a encontrarle “la cuadratura al círculo” cuando se habló acerca del origen de los autores, bibliotecarios, promotores, estudiantes, maestros, periodistas. Criollos ilustrados los dos, editores de periódicos precursores de la difusión de la ciencia, el arte y las letras: El Mercurio Volante, de Bartolache y la Gaceta, de Alzate.

Y a cada momento, la exposición confería más y más atributos que sin duda alguna reclaman honrar la memoria de estos próceres, en calles más anchas, auditorios, salones o cátedras sobre la sabiduría y el conocimiento, porque hacen falta hombres así: dedicados a la ciencia y el conocimiento universal, “por el gusto de saber”, muy alejada de la “pandemia” de especializaciones y títulos nobiliario-académicos, exclusivamente por el interés pecuniario,  que ofende a la cultura y la educación en México.

Me enganché definitivamente en el tema de la conferencia, cuando el Master Mauricio mencionó el grado académico alcanzado por Alzate y Bartolache, el de Bachiller, expedido por el Colegio de San Ildefonso. Me acordé inmediatamente de aquellos tiempos de afición a la radio, a la estación XEW y a la voz del Bachiller Álvaro Gálvez y Fuentes, sinónimo de sabiduría… además de mi paso por el mismo Ex Colegio de San Ildefonso, cuando albergaba a los estudiantes de la Preparatoria #1

Entonces me identifiqué con ambos Padres precursores de México… Paternidad en el  sentido de generación y principio, de ejemplo y Autoridad, resignificación absoluta de la voz, de la que se apropian los ministros del culto católico.

Al igual que Alzate yo tuve mi mecenas en el momento justo y me topé con un Sabio Mexicano dedicado a trabajos de Ingeniería de lunes a viernes y a escribir Poesía, sábado y domingo, quien me  encantó tanto como lo han hecho ahora este par de aventureros: Si Alzate encontró en Chantreau una fuente de inspiración inteligente, yo conocí a Gabriel Zaid (1).


Y luego todo parecía seguir un orden conocido: por ejemplo, que solo los privilegiados podían aprender diferentes idiomas… que el precio de los libros…  o de que si nuestro par de amigos pudo probar y comprobar que no son los “ricos” (los que compran libros por “metro… ¡me vende tres metros de libros!”…) los mejores estudiantes, científicos y profesionales, sino que ese lugar corresponde a los que leen “con la pluma en la mano”… además de que los borroneos, notas y apuntes en los márgenes del libro, son una cualidad obligada para todo aquel que quiera “exprimir” y entender el sentido de lo que se lee… para llegar al “corazón de los libros”. De igual manera me pareció muy importante que nuestros héroes, señalaran el “miedo” que le producía a las instituciones novohispanas, tanto los indios como los negros y mestizos: la condena repetida de nuestra historia nacional, que está tratando de revertir la 4T.

El uso de un buen diccionario para aprender y poder traducir textos escritos en otros idiomas, también me recordó mi consejo a la clientela de mi Librería: un muy buen diccionario para aprender “inglés”, en lugar de los costosísimos textos de editoriales como Oxford y otras por el estilo, solo para Fifís…

Pero donde sellé el pacto de caballeros con estos ilustrísimos personajes, fue cuando escuché sobre el “invento” de José Ignacio de Bartolache para “airear” el interior de las minas de Temascaltepec… justamente donde estoy redactando esta reseña en este momento, exactamente encima de la Mina de la Gachupina, que ya existía mucho antes de la llegada de los conquistadores españoles a Mesoamérica…

Finalizaré este resumen comentado acerca de la Conferencia de Mauricio Sánchez Menchero, con la promesa personal de continuar la revisión y estudio de la obra de estos hombres eméritos del México en ciernes en la época colonial, porque su método de estudio y difusión de la ciencia, representa una lectura obligada, en la actualidad nacional. (2)

 

(1) El progreso Improductivo de Gabriel Zaid llegó justo en el momento en que se desvanecía entre mis manos la Beca Fulbrigth, a la que me había postulado la UNAM y aceptado The New School for Social Research, en NY, debido a que la crisis del petróleo de junio de 1981 obligó al gobierno mexicano (SPP) a retirar su apoyo económico, para emprender mis estudios de Posgrado. El destino jugo los dados… entonces decidí saber todo y entender todo. Personalmente, siempre he usado como rasgo de carácter, como hábito y método natural, el juego del ajedrez para pensar todo lo que hago…

(2) Una de las anécdotas más tristes que nos ha ocurrido en la Librería LibrArte, en relación con a la divulgación de la Ciencia en México se remonta como diez años atrás, cuando se comenzó a “pedir” en las escuelas “llevar una revista de divulgación científica”… En nuestra librería teníamos, además de libros, acervos muy grandes de revistas y publicaciones periódicas, tanto nuevas como usadas… los muchachos de primaria y secundaria se llevaban la National Geographic, la ¿Como ves? UNAM, muchas más del Conacyt, IPN, de cámaras e instituciones empresariales…y claro la Muy Interesante (Televisa) y Quo… 
Entonces yo iba y venía a la ciudad de México (soy originario del Barrio de Tepito y conozco la ciudad mejor que nadie, en particular el llamado Centro Histórico)… Hacia viajes semanales y regresaba con “toneladas” de publicaciones usadas…hasta que el gremio de los profes mediocres y sindicalizados, un buen día ordenaron  adquirir únicamente la Revista Muy Interesante y que fuera solo el ejemplar del último mes en circulación… ¿Porque?... ¿Por ser mejores los artículos de la revista de marras… más actualizada?... no… solo porque a los “profes” les da flojera acceder a la gran diversidad de conocimientos y fuentes de la sabiduría… y bajo amenazas (incomprensibles, debido a que nadie reprueba) solamente le aceptaban a los estudiantes, la revista exigida…

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