jueves, 1 de septiembre de 2011

DENISSE DRESSER Y EL PRI

Sin el consentimiento de la autora y sujeto a algunas modificaciones, por cuestiones de formato, reproduzco la contribución escrita por Denise Dresser y publicada por la revista PROCESO, en el número 1817, del 27 de agosto del presente año. Antes y como esperanza justa de retribución honoraria, quiero reconocer con respeto a Denise, como la periodista y escritora profesional. Dresser la luchadora social ejemplar que forma opinión. Mexicana de padre norteamericano, que no se ha quedado estancada en las galas de la buena cuna y mejor economía en la que nació, para trabajar con agudeza y, como pocos, esforzarse por decir los análisis que necesariamente mueven a la reflexión. A diferencia de su tocaya Merker, la Dresser no varia su congruencia frente a las cámaras de TELEVISA, aún frente a los exponentes majaderos y cavernícolas de la “inteligencia” calderoniana, como el cuñado Zavala, con quien comparte mesa en el ForoTv; o contra los soberbios y machorrotes sionistas Castañeda Gutman, Zukerman, los Krauze quienes no ocultan el desden que les ocasiona la presencia de una mujer tan inteligente como valerosa; y no se arredra ni frente a los “acorazados blindados” del periodismo mas repulsivo, tendencioso y faccioso, como Carlos Marin o López Doriga.
Mea Culpa de Moreira
Yo confieso ante Dios Todopoderoso
Y ante vosotros, mexicanos. Que he pecado mucho,
Que endeudé a Coahuila. De manera desorbitada
Con la clara intención, de comprar votos en la contienda electoral
Y dejar la gubernatura en manos de mí hermano Rubén. Para cuidarme las espaldas.
***
He pecado de pensamiento, palabra, obra y omisión
Al encubrir información y falsificarla. Al engañar a mis acreedores,
Al nombrar un auditor a modo por ocho años. Al manejar las finanzas irresponsablemente,
Al recibir el estado con 300 millones de deuda y dejarlo con 32 mil millones.
Y mil 300 millones de pago de intereses.
Al exigir que, aun con este expediente negro
El gobierno federal eleve las participaciones. A los estados…
O si no, no habrá acuerdos. O reformas aprobadas en el Congreso.
***
Por mi culpa, por mi culpa, Por mi gran culpa
El PRI aparece como un partido
Que cuida a quienes violan la ley,
Que solapa a falsificadores,
Que protege a los suyos,
Que mantiene a los malolientes,
Que cierra filas detrás de la corrupción,
Que pide “llevar la fiesta en paz”. Que grita “guerra sucia”
Mientras permite la suciedad.
***
Por mi gran culpa. Enrique Peña Nieto parece comparsa.
Y Encubridor. Y Cómplice. Y Protector
Y candidato dispuesto a permitir, las peores prácticas priistas.
Con tal de llegar a Los Pinos.
Y seguir permitiendo ilegalidades como las mías… Una vez que llegue allí.
***
Por eso ruego a Santa María siempre virgen
Que el mío sea tan sólo un escándalo más. Y no tenga consecuencias
Ni sanciones, ni investigaciones, ni responsabilidad política, administrativa o penal,
Ni mayor claridad, en las finanzas públicas.
Ni cambios para generar una legislación adecuada, sobre las finanzas estatales. Ni sobre los órganos de transparencia o vigilancia al gasto. O en la selección de quienes, están al frente
De los órganos autónomos y de vigilancia.
***
Por eso ruego a los ángeles y a los santos, sigan permitiendo que estados como Coahuila
Modifiquen a su antojo los reportes de Ingresos y Egresos
Y la manipulación de las cuentas públicas. Para hacer obra pública innecesaria
Y pagar la protección de los medios de comunicación. Y comprar la popularidad
Y endeudar a los coahuilenses. Generación tras generación.
Por eso ruego a vosotros, hermanos, que sigan votando por el PRI,
Que sigan otorgándonos victorias. Que nos apoyen en estados como Michoacán,
Que sigan ignorando la forma de hacer política.
Y negocios privados con bienes públicos. Que mi partido inauguró.
***
Les ruego que intercedáis por mí ante Dios Nuestro Señor
Para que este escándalo sea reemplazado rápidamente por otro.
Como ocurrió en el caso de Vicente Chaires, mi subalterno coahuilense
Que se volvió multimillonario, gracias a concesiones de radio y televisión
Y todo tipo de oportunidades, para hacer negocios que yo le di, cuando era gobernador.
Y que los coahuilenses se queden con los brazos cruzados… Y la boca cerrada
Ante la violación a la ley, A la que yo, Humberto Moreira, Los acostumbré.
Amén.

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