jueves, 12 de diciembre de 2013

EL MITO GUADALUPANO

Hace un par de año publique esta columna que presagiaba ya el retroceso y Contra Reforma en marcha. Señalaba cómo la bancada del PRI, afín a Enrique Peña Nieto en la Cámara de Diputados, se alió a los diputados del PAN para imponer por mayoría, una serie de medidas que destruían las guardas y salvaguardas jurídicas, plasmadas en el artículo 24 de la Constitución Mexicana y que desde la época de la Reforma de 1859-1860, se habían erigido en contra de la Iglesia Católica. Fue un momento triste y preocupante, porque eran las leyes de Reforma que promulgaron Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y José María Iglesias y que pudieron solo así, meter en orden a una institución política, que a través de los ministros de la religión se dedicaron a manipular las conciencias de los feligreses mexicanos, acumular posesiones y tierras y manifestarse siempre en contra, de la independencia de México y el Gobierno establecido.
Recordaba que era muy lamentable que un partido político que surgió de la Revolución Mexicana, se vuelva parte de los intereses miopes y personalísimos, de un personaje tan ignorante, como Peña Nieto y atente contra uno de los baluartes que permitieron a México ser realmente un país libre y soberano… Señalaba que lo inesperado –en realidad no lo era para mí- es que se dé en un albazo legislativo –con ayuda del ala corrupta del PRD (los chuchos)- como demostración de poder y muestra de incontinencia iracunda (caprichote, pues). Allí nacía el Pacto que ha terminado por arrollar las instituciones Republicanas y la forma de Gobierno Libre y Soberano de México. Por eso creo que vale la pena releerlo en este día 12 de diciembre.
Más lamentable es franquear el paso a una iglesia imperial, en sociedad con la televisión comercial de señal abierta, que transmite en el espacio nacional, experta en la construcción de mitos y de ilusiones, en el manejo a discreción de palabras e imágenes, en la pantalla que aprisiona y enajena la conciencia de la mayoría de la gente, desesperada, atemorizada, sin esperanzas y con un porvenir cancelado en las condiciones actuales, de pobreza generalizada, de guerra y de inseguridad indiscriminada.
La apología que se transmite diariamente en la pantalla chica, glorificando las peregrinaciones multitudinarias -de rodillas, con nopales aprensados al pecho, en bicicletas por carreteras peligrosas- en un aniversario más de la Virgen de Guadalupe, me hace recordar dos hechos relacionados: uno personal y otro de actualidad. El primero trata sobre el saber de la existencia de Guillermo Schulenburg, quien fue el sacerdote que platico con mi señora Madre –en la tradicional iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe del Buen Tono (ex Convento de San Juan de la Penitenciaria) del DF- antes de que contrajera nupcias con mi Padre. El hecho de que mi tocayo –siempre existió la creencia de que mi nombre propio tenía relación con el reconocimiento de este hombre de fe- fuese designado Abad de La Villa de Guadalupe, hizo más relevante para la familia –la materna- este recuerdo. El otro, es la entrevista que le realizara el poeta Javier Sicilia al Abad, que demostró la honestidad de este buen hombre, quien se manifestó en contra de la existencia de Juan Diego y todo el mito de la Aparición de la Guadalupana, justamente en el mismo sitio donde se veneraba una deidad fundacional, para la población azteca y prehispánica, llamada Tonantzin (nuestra madre venerada).
Lo siguiente es una versión resumida de aquella entrevista y las consecuencias de esta sincera opinión de Schulenburg. “Cuando era niño me contaron que la Virgen se había aparecido en el ayate de Juan Diego, también me dijeron que no se podía decir nada de la pintura porque su origen era divino y no sé cuántas cosas más”
En 1982, Guillermo Schulenburg, abad de la Basílica de Guadalupe, mandó analizar la pintura con la imagen de la Virgen… (qué) determinó el origen humano y no divino de la pintura. La pintura se realizó sobre una preparación de resina de cola y carbonato de cal. Fueron utilizados hollín de ocote para el color negro, sulfato de calcio para el blanco, óxidos de cobre para el azul y verde, y óxidos de hierro para el color rojo. Schulenburg envió los resultados a la Santa Sede… como un “signo de honestidad y de amor a la verdad”.
Javier Sicilia explica el papel que, sin quererlo, tuvo en el linchamiento a Guillermo Schulenburg y otros prelados por oponerse a la canonización de una persona que nunca existió: Juan Diego… Ricardo Newman y Javier Sicilia entrevistaron a monseñor Schulenburg para un artículo de la revista Ixtus (1995). La entrevista hubiera pasado desapercibida si (el periodista “vaticanista”) Andrea Tornelli no hubiera republicado los fragmentos más escandalosos en la revista 30 Giorno. El resultado fue la indignación en Roma y el linchamiento en México. “En 1996, guardé silencio. La imbecilidad, el amarillismo periodístico y la política antievangélica de algunos sectores de la Iglesia me provocan asco: dice Sicilia”
Schulenburg había enviado una misiva al Vaticano manifestándose en contra del proceso de canonización de Juan Diego, el pronunciamiento fue suscrito por Carlos Warholtz, arcipreste de la basílica de Guadalupe, Esteban Martínez, ex director de la biblioteca Guadalupana, y Manuel Olimón Nolasco, doctorado en historia por la IBERO. “La existencia del indio Juan Diego no ha sido demostrada, podríamos obtener muchas firmas de eclesiásticos preparados, así como de laicos intelectuales que avalan esta carta, pero no queremos provocar un inútil escándalo, simplemente queremos evitar que disminuya la credibilidad de nuestra Iglesia”.
Warnhotz fue echado de la casa sacerdotal del santuario de Guadalupe, por órdenes de Norberto Rivera. El desaguisado concluyó, en opinión de Sicilia, con la renuncia de Schulenburg y el nombramiento de un rector para la Basílica. Para Javier Sicilia, Televisa estuvo detrás del linchamiento a Schulenburg. López Dóriga usó la información de la revista Ixtus en su noticiero.

Hombre de contrastes, Schulenburg lo mismo departía con las familias más ricas de México, con la cercanía que mantuvo con el difunto Emilio Azcárraga Milmo, con quien organizo las “mañanitas” a la Virgen a través de la televisión, antes de ser legales estas devociones electrónicas, que brindo apoyo a causas sociales y corrientes progresistas dentro del catolicismo, como las que encabezaron Méndez Arceo en Morelos o Samuel Ruiz en Chiapas: Por lo visto, la Virgen de Guadalupe no sólo produce abundantes limosnas, sino que es una estrella más, del canal de las estrellas.

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