jueves, 26 de diciembre de 2013

SEÑALES DE NAVIDAD

Despertar a las 4 de la madrugada y ver que en la TV se proyecta la cinta “El Bulto”, es motivo suficiente para abandonar el tema original que tenía pensado escribir. Un llamado urgente, digamos casi desesperado, a manera de una Carta a los Reyes Magos, en donde pensaba reflexionar en las medidas indispensables para que la vida en el sur del estado de México, se transforme radicalmente para bien de la sociedad: la limpieza de las calles, cambios inmediatos en la administración de la Cultura, impedir a toda costa que prosperen los atropellos legales en el Nevado de Toluca, hacer desalojar las plazas públicas y las calles céntricas de Tejupilco, de Temascaltepec de la “plagas” de acaparadores públicos, los taxistas, los vendedores de porquerías, de chácharas, de piratería y mercancía de dudosa procedencia.
Quede este ensayo para otra ocasión, porque lo que ahora quiero describir es el impacto que me ocasionó verme reflejado en Lauro, el periodista golpeado por los “halcones”,  en el Jueves de Corpus, aquel 10 de junio de 1971 y que se mantuvo en estado de coma por veinte años y lo que le sucedió al despertar.
Debo hacer una breve introducción y decir que en la víspera navideña trabaje en la organización de un programa de Cursos y Talleres que se impartirán a partir del próximo mes de Enero, en Danzarte, esta bonita empresa de mis hijas Claudia y Cristina y uno de los temas que me vino a la cabeza fue el de un Taller de Actuación para Adultos. Serán cursos culturales a semejanza de los que ofrece la Librería del Péndulo, pero notablemente superiores por el trato personalizado y a precios de Tejupilco, es decir, muy económicos. Y al pensar en  el Taller (un Taller es un espacio para aprender mediante la participación activa, muy dinámicos, entretenidos y destinados a mejorar las maneras del carácter, sin valor curricular, solo por el placer de ser mejores personas), al pensar en la actuación me remití en mis recuerdos a mis practicas de Actuación que tomé, cuando estudiaba en la Preparatoria 1, para acreditar la materia de Estética.
Entonces, varios compañeros estábamos enamorados de Leticia Proal, quien era una chica muy setentera, de pantalón aguado de mezclilla, tan ajado como roto, tan liberal como gran fumadora de mariguana y muy fogosa en el amor. Leticia formaba parte del CLETA que era uno de los Colectivos Artísticos, más radicales desde entonces – en todos los sentidos- y quien animó la idea de organizar nuestro Taller y de solicitar su reconocimiento por la Dirección del Plantel, para acreditar la materia. Todo lo conseguimos, incluso que en las primeras ocasiones, nos visitara y dirigiera algunos ejercicios de expresión corporal, el Director de Cine Gabriel Retes.
Y la historia de “El Bulto” la estelariza precisamente Gabriel Retes, quien permanece en estado vegetativo muchos años, hasta que al despertar se encuentra con un mundo completamente diferente al país en el que vivió: ahora el Excélsior ya no es un periódico dirigido por Scherer, ya no existe la URSS, el Muro de Berlín ha caído, el Papa visito México, el terremoto de 1985 destruyo la ciudad capital, sus hijos crecieron y emplean tecnología desconocida para quien ha estado como ausente por dos décadas; su esposa ya tiene otra pareja sentimental y su estado físico personal se encuentra tan deteriorado, como su cabello largo y canoso.
Me levanté pensando lo que sucedería si el mismo caso se volviera a repetir en una persona que se hubiera quedado dormida por los últimos veinte años, y que supiera, al despertar, que el PRI dejo de ser el partido en el Gobierno después de más de 60 años, que regreso el conservadurismo a México, que la política se volvió patrimonio de imbéciles, de ignorantes y de asesinos salvajes; que un candidato a Presidente fue asesinado, que se recurrió a la “Paca la bruja” para desentrañar investigaciones de la Procuraduría, que los personajes más oscuros y corruptos se volvieron gobernadores de los estados de México, de Veracruz, de Oaxaca o de Puebla. Que se enterara que los Legionarios de Cristo fueron defenestrados públicamente en todo el mundo, excepto en México donde acumulan poder y dinero. Que los EUA sufrieron ataques en su propio territorio, que dichos ataques fueron lanzados por ellos mismos y que el petrolero de Medio Oriente fueron causa suficiente para destruir el Pentágono y las Torres Gemelas de NY. Que el PRI regreso al poder, que México dejo de ser una Monarquía Republicana para convertirse en una Oligarquía estrecha con formas Democráticas, tan simuladas que ofenden. Que TELEVISA dejo de ser un soldado del PRI para convertirse en el “fiel de la balanza” del sistema político y que los EUA no tuvieron necesidad de “inventar” algún pretexto para apropiarse nuevamente del petróleo de México,   pues los políticos del PRI-PAN-PRD solitos se bajaron los calzones y se “empinaron”. Que México sigue igual de “maleta” en el futbol y  que en vez de la Quina, está ahora la Gordillo en la cárcel: y repito de nuevo, que supiera que el PRI regreso otra vez al poder
Pensé en la paradoja de vivir despierto, lo que solo puede ser producto de una pesadilla. Aquí nos ha tocado vivir, un horrendo presente y un peor porvenir. Un futuro que no es el que imaginé para mis compatriotas, que no es ni de chiste el país por el que he vivido, he luchado y he trabajado incansablemente. Un México sin gallardía, sin talentos, sin sueños ni agallas. Un México sometido al poder imperial del vecino del norte, una nación nuevamente humillada, sin ilusiones ni esperanzas. Una sociedad otra vez idiotizada por el poder de la ignorancia, la televisión y la religión.
Pensé en mis hijas, y en los nietos que aún no conozco. Me detuve a contemplar que al igual que Lauro, “el Bulto” –así le decía su familia-, esta Nochebuena me llevó a experimentar en esta mañana de la Navidad, una sensación de que “estorbo” bastante, por mi proclividad a la protesta, por mi terquedad de estar en contra de todo lo que no acepto,  por mi insaciable sed de perfeccionismo, por mi intolerancia, por mi cultura y mayor inteligencia. Por qué igual y como sentencia el teniente Coronel Slade en la genial cinta “Perfume de Mujer” "Yo he llegado a muchas encrucijadas en mi vida. Siempre he sabido cuál era el camino correcto. Sin excepción, lo he sabido. Pero nunca lo he tomado. ¿Por qué? ¡Porque era jodidamente duro!"
Es por eso que el día de hoy me detengo y puedo ver que mis hijas son mucho mejores que yo. A diferencia de mi vida, ellas si han tomado el camino “jodidamente duro”. Porque ya con ser mis hijas es suficiente razón para no entender en ellas, el nacimiento del carácter bondadoso que poseen y usan, puesto  que no es una virtud que les haya enseñado con mi ejemplo. Tampoco han sido la templanza ni la fortaleza aprehensiones directas, porque la iracundia que caracteriza a mi persona es ajena y diferente. Porque es cierto que las he guiado por el camino del amor a la sabiduría, la justicia, la equidad y la liberalidad, pero me doy cuenta que Claudia, Cristina y Carmen han usado un método tan genial como efectivo, para lograr que mis defectos como Padre no se conviertan en  vicios que dañen sus vidas y en cambio, se traduzcan en inversiones para crecer, evolucionar, para ser mujeres fuertes, listas, inteligentes, emprendedoras, bellas, elegantes y admirables por su espíritu pacífico, sereno y bueno.

Así que en esta navidad, el mejor regalo que he podido recibir en toda la vida que recuerdo, ha sido atender a las señales que siempre están en todas partes y que me han permitido, en esta noche, reunidos en  torno de una mesa de invierno, en los parajes de Temascaltepec, reconocer que hay alguien mejor que yo: yo mismo.

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