jueves, 8 de marzo de 2012

¡DE PANZAZO! En la voz de Elena Poniatowska


La noche de ayer, Elena Poniatowska opinó, en el espacio que tiene dentro del noticiero del canal 2 de TELEVISA sobre el documental “De Panzazo”. Nominada para ocupar la Secretaria de Cultura, en el Gobierno de Todos, que encabezara Andrés Manuel López Obrador, Elena fue contundente al señalar, que el trabajo de Juan Carlos Rulfo (Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Aparicio, es hijo de Juan Rulfo –quizás el mas grande escritor mexicano con solo dos libros: “Pedro Páramo” y “El llano en llamas”-) es un testimonio demoledor sobre la educación en México.
Con cifras que indican que, aunque a la educación en México, se le destina el 6% del PIB (la riqueza nueva que generara anualmente una economía), que es una cifra por encima de la mayoría de los países del mundo, sin embargo, cerca del  93% del total, se canaliza al pago de sueldos y salarios. Con plazas que se venden o heredan (las plazas de Tejupilco se cotizan en $100 mil pesos) y que es visto como algo “normal”, como si las plazas fueran propiedad de los maestros, a los que Elenita tildo de “docentes flojos y corruptos”
Peor es conocer los resultados, como que 51 de cada 100 niños no termina la primaria, o el escalofriante: 7 de cada 10 adolescentes no saben leer y no entienden lo que leen. Juan Carlos Rulfo, prosigue Poniatowska “presto” la cámara para que los niños estudiantes retrataran el sufrimiento que les ocasionan las clases tediosas y el ausentismo de los maestros. Hay que agregar que el perfil de los maestros incluye una gran la insolencia en el trato, la rigidez e inamovilidad en todo, lo testarudos y déspotas que son, la prepotencia con los padres de familia, la soberbia y cerrazón mental.
La firmeza y honestidad de la escritora Elena Poniatowska, se puede ver también ahora que asistió en calidad de invitada de honor de la Séptima Conferencia Internacional de Escritores de San Miguel de Allende, donde afirmó que el México de hoy no hace justicia a su historia, pues ha olvidado su identidad y los valores artísticos, culturales y sociales que germinaron a raíz de la Revolución mexicana: “México es inferior a su pasado. Hemos olvidado nuestros ideales y los hemos reemplazado con violencia y armas”
La autora, quien acudió a este encuentro literario bicultural como representante de la literatura mexicana, ofreció la conferencia magistral titulada Los pinceles rojos de los 30’s en México, en la cual exaltó el trabajo artístico e intelectual realizado por los tres grandes muralistas mexicanos: David Alfaro Siqueiros, Gabriel Orozco y Diego Rivera.
De acuerdo con la recién nominada al Premio Neustadt Internacional de Literatura 2012, las décadas de los veinte y treinta fueron años de gran riqueza cultural, ya que los pensadores se dedicaron a rescatar la identidad nacional porque “estaban cansados de la que tenían hasta ese entonces”. El arte surgió entonces de un impulso nacionalista que desembocó en universalidad. “Los mexicanos se empezaron a dar cuenta de lo valioso de su arte”.
La escritora también hizo un recuento de aquellos artistas extranjeros que, a raíz del despertar artístico mexicano del siglo XX, se vieron atraídos por la cultura popular del país, así como por las ideas de sus intelectuales (algunos de ellos perseguidos por su ideología de izquierda). Entre ellos mencionó a los cineastas Luis Buñuel y Sergei Eisenstein, así como a Tina Modotti, Anita Brenner, Allen Ginsberg y Leonora Carrington “Ellos también son héroes del nacimiento de México y se convirtieron en maestros del país que los recibió. Son una parte esencial de él”, afirmó. Respecto de la violencia dentro del país, señaló: “El fuego no se puede apagar con fuego. Las diferencias de clases han creado este odio y resentimiento. El país es el más peligroso para los periodistas, pero creo que en el arte popular podremos encontrar nuestra salvación”.
Al ser cuestionada sobre un posible puesto como secretaria de Cultura en caso de que Andrés Manuel López Obrador ganara las elecciones presidenciales, la autora afirmó: “En mi oficio yo no sé mandar, a mí lo que me importa es que le vaya bien a México y no algún puesto de nada”.
No se necesita ser un “head hunter” para comprender que la acción pública y la congruencia y verticalidad personal, son las mejores cartas credenciales de Elena Poniatowska, para ser parte de un buen gobierno y operar un “cambio verdadero” que beneficie a la sociedad mexicana, con base en los “maestros verdaderos” y no con los muchos que forman parte del magisterio nacional actual: torpes, corrompidos y cobardes.
Porque desde hace tiempo, este segmento del magisterio, tan perniciosos para la sociedad, se metió en campañas electorales, aprovechando que no hay una sola comunidad del país sin una escuela y al menos un maestro, una estrategia que culminó con la formación de su propio partido político, Nueva Alianza (Panal), en 2005.
Asimismo, se dedicó a la colonización de la burocracia educativa, al punto de que hoy una veintena de secretarios de educación en los estados, además de incontables subsecretarios y directores  y un gran número de presidentes municipales, llegaron a sus puestos gracias al SNTE y su líder la Gordillo.


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