lunes, 5 de marzo de 2012

NADANDO ENTRE TIBURONES


Andrés Manuel López Obrador, precandidato de las izquierdas a la Presidencia de la República, asistió al teatro a ver “Nadando con tiburones”, donde al final pasó a los camerinos a felicitar a Demián Bichir, recién nominado por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos al Óscar como mejor actor, por su papel en la película Una vida mejor.
El aspirante presidencial dijo: vengo a felicitar a Demián por ser un estupendo actor y hacerlo de manera independiente. Por su parte, Demián refirió: bueno, estoy aquí con este señor que durante mucho tiempo ha estado ¡nadando con tiburones!
Posteriormente, Demián Bichir dijo: creo que Andrés Manuel López Obrador es el único capaz de poder gobernar no a 10 ni a 20, sino a 120 millones de mexicanos. También celebró que haya una mujer candidata a la Presidencia de la República, pero creo que ella y el abanderado priísta repiten los mismos vicios y problemas que hemos tenido durante décadas. El laureado actor, miembro de una familia donde sus hermanos Odiseo y Bruno son exponentes de lo mejor del cine nacional (Bruno es parte de la película “Un Año perdido”, interpretando a Pedro, el novio celoso de Vanesa Bauche, en el papel de  Matilde Campuzano, que todo mexiquense debe ver)  había señalado que de los virtuales aspirantes a gobernar el país, “el único que se ha manifestado respecto de apoyar al cine mexicano es López Obrador.
 “¿Se acuerdan –dijo– cuando hubo mucha euforia porque Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu fueron nominados al Óscar y tuvieron reuniones con autoridades mexicanas? Fueron a la Cámara de Diputados… aparentemente no ha pasado mucho de eso, pero sí hace falta que se determinen muchas cosas en la manera de hacer cine, la forma de fijar las reglas, de cómo se gana, de cómo se reparten las ganancias. Falta muchísimo sobre el cine, es algo que nos incumbe a todos.
No obstante, yo no he sabido que el cine esté en la agenda de ningún candidato. Parece, y esto es algo a nivel muy personal, que el único interesado en el cine, la cultura y las artes es Andrés Manuel López Obrador. Esto entre otros puntos, porque también sería hablar de las artes plásticas, de las artesanías y del teatro, la danza y la música... que están simplemente viviendo en la oscuridad total, con presupuestos raquíticos, con muy pocos incentivos. Todo mientras el país está regado de talento. Pero faltan casas de cultura... legislar.
Por cierto que la cinta por la que ha sido nominado Demián Bichir al Oscar narra la historia de Carlos Galindo (Bichir) jardinero, honrado, decente, mexicano, padre e ilegal que radica en Los Ángeles. La única meta que Carlos tiene es la vida es esforzarse al máximo para darle las mayores oportunidades en la vida a su hijo Luis (José Julián), oportunidades que Carlos nunca tuvo.
Pocas cintas retratan tan bien la vida del migrante, las situaciones no se sienten falsas como pasa con la mayoría de estas historias, no hay personajes buenos o malos sencillamente hay personas que conectan con el publico de una manera creíble; la compasión que sentimos por Carlos es real, compartimos lo mismo su dolor y desesperanza que su breve momento de triunfo.
Del otro lado si bien la primera impresión que nos da Luis es de ingratitud para con su padre también es justo decir que no actúa diferente a como lo hace la mayoría de adolescentes y aquí las diferencias y conflictos propias de la edad, se acentúan debido a las diferencias culturales, Luis no es mexicano pero tampoco estadounidense se encuentra en ese limbo de los que son “ni de aquí ni de allá” pero de los cuales se espera que rompan con todo y sean mucho más que sus progenitores. Pese a todo conforme avanza la historia nos damos cuenta, junto con Luis, que no importan las situaciones Luis es hijo de su padre en más de un sentido. A Better Life es más que una historia sobre inmigrantes buscando el sueño Americano, es una historia sobre padres e hijos.
Por su parte, “Nadando con tiburones” es una obra montada en el Teatro de los Insurgentes del DF, en dos funciones de viernes a domingo, con las actuaciones de Demián Bichir, Ana de la Reguera (bravo Anita) y Alfonso Herrera,  que retrata el ejercicio del poder, donde el dominado puede caer en lo más bajo de la humillación, cada vez mas común en todos los sectores sociales. En Nadando con tiburones no hay dignidad ni justicia, lo que impera es el abuso del poder y la búsqueda de estrategias para vencerlo.
No hay que dejar de ver ambas producciones, pues son la mejor enseñanza  que se puede recibir de Teoría Política.

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